La fluoración no es cosa sólo de niños
Empezaremos por decir que es la fluoración, el método más eficaz para hacer a los dientes más resistentes a la caries dental incorporando iones fluoruro a las estructuras dentales.
Se encuentra dentro de la odontología preventiva, en la cual es esencial la utilización del flúor, ya que protege contra la caries, estos tratamientos suelen darse en niños pero los adultos también los pueden usar.
La fluoración se considera una de las medidas más eficaces en la lucha contra la caries. Al estar basada en el flúor, que se almacenará en los dientes, remineraliza las lesiones incipientes y contrarresta la acción de los microorganismos responsables de la caries.
Las fluoraciones, son una práctica usual en clínicas dentales, son especialmente recomendables para niños a partir de los tres años, en etapa de dentición mixta y, sobre todo, para aquellos que consumen grandes cantidades de azúcares o llevan ortodoncia, pues estos aparatos dentales muchas veces provocan una retención de la placa bacteriana (acción de los microorganismos).
En los adultos se recomiendan las fluoraciones, especialmente si han sufrido problemas de hipersensibilidad al frío y al calor o tratamientos de piorrea, durante los cuales la encía quedó retraída.
El proceso de fluoración se puede realizar de diferentes formas como:
- Usando un gel fluorado con pinceles, bastoncillos, algodones y cánulas.
- En caso de caries, una vez limpia ésta, se aplica el flúor en el fondo de la cavidad dental, consiguiendo así la inmediata remineralización de la dentina.
- El procedimiento más común se lleva a cabo colocando unas cubetas individuales y desechables en el maxilar superior e inferior. Gracias a esto se consigue, no sólo la remineralización del diente, sino la fluoración de toda la boca.
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