La endodoncia es un tratamiento que utilizan los odontólogos para extirpar parcial o totalmente la pulpa dental (nervio-arteria-vena) y sellar el conducto pulpar. Es decir, por pulpa entendemos la parte más interior del diente donde están los nervios y los vasos sanguíneos. Es también la especialidad odontológica reconocida desde 1963 por la Asociación Dental Americana. El objetivo es evitar la extracción de una pieza dental.
Se aplica en piezas dentales fracturadas, con caries profundas o lesionadas en su tejido pulpar. Pero el motivo más común de que exista infección e inflamación es la existencia de caries.
Una de las preguntas que más preocupa es si este tratamiento duele o no. Cuando se realiza una endodoncia es necesario anestesiar la zona, por lo que no debería tratarse de algo doloroso. Una vez que la persona está anestesiada, el dentista realizará un agujero en la corona del diente para acceder a la pulpa y extraerla. Se debe eliminar todo tejido dañado por caries y acceder al nervio. Después de la limpieza del conducto se realiza la obturación y sellado con materiales específicos para que el diente quede insensibilizado.
El especialista deberá considerar si es necesario la toma de antibióticos antes o después de la intervención, así como otros medicamentos para aliviar las molestias.
La realización de endodoncias es uno de los procedimientos más comunes en las clínicas dentales, pero se deben realizar con el máximo cuidado y profesionalidad para conseguir los mejores resultados.
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