Una de las afecciones que tienen que ver con la boca y que es habitual que nos contagiemos alguna vez a lo largo de nuestra vida es el herpes bucal. No es lo mismo que las aftas, otro problema también muy frecuente, sino que se trata de un virus que se manifiesta como una pequeña calentura o ampolla de la piel que causa mayor o menor molestia. Aparecen en los labios, en la zona perilabial o en la cara cerca de la boca.
Se contagia de manera muy fácil a través del contacto entre las personas, normalmente por el beso. Como cualquier estado vírico, el período de incubación irá de 7 a 12 días por lo que muchas veces contagiados sin saberlo.
El tratamiento para remitir el herpes suele ser una pomada con aciclovir que se colocará directamente en la zona afectada. En cualquier farmacia nos informarán de las más utilizadas. Lo difícil es intentar no tocarlo ni con los labios ni con la lengua porque la humedad no favorece a su curación. Es decir, desaparecerá más rápido si está seco.
Si vemos que el herpes bucal no se va al administrar la crema el tiempo necesario, hay que acudir a un especialista para que realice las pruebas pertinentes. Pero en principio se trata de un mal común que no tiene mayores complicaciones. Importante evitar el contacto directo con otras personas desde que tenemos los primeros síntomas del herpes labial hasta se cure por completo.
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