4 tipos de caries

La caries dental aparece cuando se destruyen tejidos de los dientes debido a la presencia de ácidos por la placa bacteriana de la superficie. Muchas son las causas que influyen en su aparición pero sobre todo la dieta e higiene que seguimos a diario. No obstante, la genética también es un factor importante a la hora de que nuestros dientes sean más o menos propensos a tener caries.

La clasificación más habitual de los tipos de caries es la siguiente:

– De corona: la más común que se presenta tanto en niños como en adultos. Es aquella que se localiza en la superficie de masticación , es decir, en la parte superior de la corona. Al estar en esta zona y por el cambio de color, son muy fáciles de apreciar.

– Radicular: se trata de la línea de las encías, cerca de la raíz de los dientes. Otra zona susceptible para que se produzca caries. Además, con el paso de los años las encías se retraen. En algunos casos se dejan expuestas partes de la raíz que carecen de esmalte. Así, se tiene mayor facilidad para afectarse de caries.

– Interdentales: son las más difíciles de percibir por formarse en los espacios que hay entre los dientes. Será en la consulta del odontólogo cuando se detecten. La limpieza interdental con uso de hilo suele ser el mejor remedio para evitarlas ya que es un sitio donde se acumula placa bacteriana y restos de alimentos.

– Recurrentes: aquellas que surgen al filo de los empastes o de anteriores coronas o fundas colocadas para tratar caries. En esta ocasión puede ser de nueva formación o producida por restos de caries antigua que no se limpió correctamente. Es decir, una mala obturación o poco excavada son motivos para este tipo de caries.

Aunque nosotros mismos a veces somos los que nos notamos la caries, lo recomendable es que lo haga un dentista para valorar el estado de toda la boca. Las revisiones periódicas evitarán situaciones graves que necesiten de tratamientos como la endodoncia, cirugía o extracción.